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Vida Cristiana

Iglesia

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cuando uno se encontraba en la formación básica en el colegio siempre me frustraba la conocidas “pruebas sorpresa” que nos colocaban nuestros instructores al momento de medir nuestros conocimientos, era molestoso por que dichas pruebas nos agarraba desapercibidos y sin ninguna preparación anticipada, a diferencia de nuestra relación con Dios y las pruebas que nos pone el para formar nuestro carácter y revelar lo que hay en nuestro corazón si nos advierte de dicha pruebas por lo que no tenemos excusa de sorprendernos ni desesperarnos cuando nos acontecen, Pedro nos recalca eso: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese” – 1 Pedro 4:12-14 por lo que siempre debemos estar aferrados y confiando en el señor que el es poderoso para guardar nuestro deposito para aquel día.

pero hay algo que siempre debemos tener muy claro antes de poder manejar las pruebas y las aflicciones que nos acontecen a nosotros como cristianos y es poder examinar si la situación que trae aflicción a nuestra vida sea a causa de una prueba que Dios nos pone en nuestro camino para formar nuestro carácter o sea una consecuencia a causa de algún pecado o mala decisión que hayamos tomado, esas circunstancias las manejaremos a la luz de la palabra la única que puede revelar nuestro corazón pero para ello conoceremos primero ¿quienes son probados?

¿quienes son probados?

El SEÑOR prueba al justo… Salmos 11:5

“…mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará. …y en su caída serán ayudados de pequeño socorro. También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados para ser emblanquecidos hasta el tiempo determinado; porque aún para esto hay plazo.” (Daniel 11:32-35).

El tiempo de la gran prueba se acerca para “aquellos de entendimiento” ¿Y quiénes son los que van a ser probados? Son los justos, aquellos que son útiles al Señor, que caminan con Dios, ¡y tienen la sabiduría de Cristo!
En estos momentos, te preguntarás: “¿Por qué estoy siendo probado? ¿Por qué todo esto me está pasando a mí?

¿Recuerdas tus días de estudiante? Cuando daban un examen en la escuela, éste demostraba lo que tú habías aprendido de lo que se te había enseñado. Sin embargo, Pablo hablaba de otra escuela, una donde “aprendemos a Cristo”, y donde somos “enseñados por él, conforme a la verdad que esta en Jesús.” (Efesios 4:20-21). Si tú perteneces a Jesús, ¡tú estas en su escuela! Puede que creas que ya te graduaste, ¡pero no lo será hasta que estés en gloria!

David a menudo hablaba de que estaba siendo probado y juzgado: “yo sé Dios mío, que tu escudriñas los corazones y que la rectitud te agrada.” (1 Crónicas 29:17). “Tu has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; he resuelto que mi boca no haga transgresión.” (Salmo 17:5).

El propocito de la Prueba
como ya sabemos nosotros como cristianos cada dia nesecitamos ser formados a la imajen de Jesucristo esa es nuestra meta, tanto que su caracter sea formado en nuestros corazones como nuestra fe que se valla afirmando, es el caso de David y de Pedro, 2 ejemplos que nos enseñan la importancia de las pruebas que Dios nos pone para que cada dia Jesus se valla formando en nuestros corazones

la experiencia de David
Encontramos un ejemplo de ello en la vida del Rey David – el mayor Rey de Israel y un hombre conforme al corazón de Dios – quien un día cometió un pecado muy grave: tomó una mujer ajena y asesinó a su esposo para poder casarse con ella. Dice en el libro de Samuel que lo que David hizo fue desagradable a los ojos de Dios. La mujer quedó embarazada y el niño murió como prueba de que Dios había rechazado el proceder de David. La soberanía de Dios se muestra en que David luego toma a Betsabé por esposa y de tal unión nace Salomón, el rey más sabio en la historia de la tierra. Y aún más, de su línea de descendencia vendría a nacer Jesús. ¡Eso rebasa todo entendimiento humano! Es así como vemos al Dios de toda gracia: a pesar de nuestros errores, al final, Él usa cada situación para cumplir sus propósitos e incluso para bendecirnos.

Si pecamos, sufriremos las consecuencias del pecado. Es posible que usted, ahora, esté sufriendo las consecuencias de algún pecado. Ciertamente Jesús perdona la culpa de los pecados, pero las consecuencias las tenemos que vivir, las tenemos que sufrir. La vida de David después de su pecado nunca volvió a ser igual. Las consecuencias del pecado llegan siempre, son ineludibles; pero podemos estar seguros de que, al final de todo, Dios tornará el mal en bien. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. — 1Pedro 5:10

La experiencia de Pedro
Pedro vivió y experimentó la gracia de Dios. Ante la aprehensión de Jesús, Pedro maldijo y lo negó. No obstante recibió más tarde el favor del Señor. La palabra usada en la escritura original para ‘gracia’ es «járis» que significa “el Dios de todo favor, regalo espiritual, don.”

Juan afirma en Apocalipsis que en la eternidad ya no habrá más llanto ni dolor. Mientras estemos en el mundo pasaremos por situaciones que nos harán llorar y tendremos también tiempos de alegría, tendremos abundancia y en otros momentos sufriremos escasez. La vida cristiana se compone de estos dos elementos.

Pedro dice “después que hayas padecido un poco de tiempo.” El original griego para ‘padecido’ es «pásjo» que significa “experimentar dolor y sufrimiento.” Hay diversas situaciones por las cuales sufrimos; unos sufren una enfermedad por causa del pecado mientras otro está enfermo sin estar en pecado. (Cuando le trajeron el ciego a Jesús y le preguntaron si él estaba enfermo por causa de pecado, Jesús les dijo que no; que aquel hombre estaba así para que la gloria de Dios se manifiestara). Otro puede sufrir escasez por una prueba que Dios le manda y otro la sufre como consecuencia de sus robos y estafas.

En resumen enumeraremos 4 propósitos de la Prueba:
Según Pedro, el sufrimiento nos perfecciona, nos afirma, nos fortalece y nos establece.
1. Perfeccione. La palabra perfeccione viene del griego «katartízo» que significa “restaurar, hacernos aptos, reparar, y ajustar.” Él ajusta nuestros caminos. Va tratando con nosotros, llevándonos a la madurez.

2. Afirma. Viene del griego «sterízo» que significa “establecer con firmeza”. Esto nos habla de establecer un carácter firme, sólido. Cuando Jesús le dice a Pedro que le dio permiso a Satanás para zarandearlo y que le negaría tres veces, le dijo que luego debía “confirmar a los hermanos”. Esta palabra “confirmar” es la misma que “afirmar”. Con un carácter voluble como el de Pedro, ¿cómo iba a ser un instrumento para afirmar a los hijos de Dios? Tenía que ser tratado y perfeccionado y por eso el Señor permitió que Satanás lo zarandeara. Pedro mismo dice que el propósito de la aflicción es el perfeccionamiento y la afirmación.

3. Fortalece. Esto habla de vigor y de fuerza espiritual. Vigor espiritual para enfrentar todas las situaciones que llegan a nuestra vida: las buenas y las malas.

4. Establece. Habla de consolidar, de afianzar un carácter sólido. Recordemos que Pedro era llamado Simón; Jesús cambió su nombre. Pedro viene de la palabra «petros» que significa “una piedra sacada de una roca grande.” Una piedra es *sólida*. Al cambiarle el nombre, Jesús estaba estableciendo que Pedro sería sólido, a pesar de que en ese momento aún era voluble y se dejaba llevar por emociones. Así estableció a Pedro para ser parte de la edificación de Su iglesia.

Cual debe ser nuestra actitud en esos momentos
se que cuando estamos en el momento de la prueba y la afliccion nuestra alma se llena de mucha angustia y se nos hace dificil poder ver la luz cuando en nuestro camino esta lleno de incertidumbre y desesperanza ocacionados por las circunstancias que nos acontecen pero nunca debemos de olvidar de que Dios esta ahi con nosotros a pesar de que nosotros no podamos ver que el esta actuando a nuestro favor, esto me recuerda a un bello poema titulado “Huellas” el cual les comparto para su lectura:

Dios nunca nos deja. Es una confianza que hemos de tener.

HUELLAS
Una noche un hombre tuvo un sueño.
Él soñaba que recorría la playa con el SEÑOR.
A través del cielo pasaban las escenas de su vida.
Para cada escena, él notó que se marcaban dos pares de huellas en la arena; un par le pertenecían a él, y el otro par pertenecían al SEÑOR.
A medida que las escenas pasadas de su vida desfilaban ante él, volteaba la mirada hacia las huellas en la arena y noto que muchas veces, a lo largo del recorrido por la playa, en la arena solo veía un par de huellas.
También notó que esto ocurría en los momentos más amargos y tristes de su vida.
Esto realmente lo desconcertó y pregunto al SEÑOR:
SEÑOR, Tú dijiste una vez, cuando decidí seguirte, que recorrerías a mi lado el camino de la vida,
Pero he notado que durante las épocas más amargas de mi vida,
Hay solamente un par de huellas.
¡No entiendo! …
¿Por qué cuando más te necesité… me dejaste solo?
El SEÑOR contestó…
“Hijo mío, te amo y nunca te dejé solo.
Durante las épocas de amargura y sufrimiento que viviste, cuando ves solamente un par de huellas…
No caminabas solo…
Era yo que te llevaba en mis brazos.”

Conclucion
Podemos estar confiados y Seguros en su mano porque sabemos que nuestro Dios es perfecto y todo lo que ha creado y hace en nuestras vidas tiene un propósito eterno que muchas veces no entendemos, pero descansamos en razón de su promesa “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” ▬ Jeremías 29:11

Sometámonos a Dios en total certeza porque su voluntad es buena, perfecta y agradable para Nosotros.

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